Historias de los miembros

Cuando Jocelyn se mudó a Oklahoma, necesitaba una institución financiera que le ayudara a gestionar su dinero.

Para Katy, su decisión de unirse a TTCU en la escuela secundaria y obtener una tarjeta de débito Jenks School Pride ha valido la pena. Cuando Katy crecía, el dinero era escaso.

El personal de TTCU le ayudó a mejorar sus finanzas. Le sugirieron transferir el saldo de su tarjeta de crédito a TTCU con un mejor tipo de interés, lo que permitió a Rich pagarlo más rápido.

Cuando Cassy se puso en contacto con TTCU para estudiar la refinanciación de su vivienda, el proceso le resultó mucho más fácil de lo que esperaba. El personal abordó claramente todas sus preocupaciones y se aseguró de que lo entendiera todo.

También sabían exactamente lo que buscaban. Querían una casa bien construida en una zona en la que el valor de las viviendas estuviera aumentando, pero lo más importante de todo era que la casa estuviera en un buen distrito escolar para su hijo.

"Siempre me reciben con una sonrisa", dijo Keith. "Siempre me tratan bien y me dan un gran servicio. . . Es como una familia".

"Entré en [TTCU] sintiéndome completamente derrotado y destrozado, y salí de allí con esperanza", dijo John.

El mayor objetivo financiero de Justin y Jaclyn era no tener deudas.

Cuando Brooke y Seth consiguieron financiación para un camión, poco sabían que acabarían teniendo mucho más.

Gloria J. no quería dejar que su puntuación de crédito le impidiera realizar sus sueños. Cuando se unió por primera vez a TTCU, buscaba una institución financiera local donde pudiera depositar sus propinas en efectivo.

Andrew R. no estaba contento con su puntuación de crédito. TTCU le dio las herramientas para repararlo.

Tener un accidente de coche no era la idea de Andreya W. de un cumpleaños feliz. Pero resultó ser una bendición disfrazada.

Primero llega el amor, luego el matrimonio y, para Seth y Ashley, la cuenta bancaria conjunta. Cuando Seth y Ashley se casaron el año pasado y empezaron a combinar sus vidas, también quisieron combinar su dinero.

Cuando un colega le animó a unirse a TTCU, Wesley se entusiasmó con la idea de formar parte de la organización. Se unió a TTCU por su apoyo a la educación, un tema que le apasionó durante toda su carrera.

No encontraban ninguna casa que cumpliera todos sus requisitos cerca del colegio de sus hijos en Verdigris y se dieron cuenta de que el precio para construir era casi el mismo que el de comprar en la zona.

Mearl H. se unió por primera vez a TTCU poco después de jubilarse de las Escuelas Públicas de Tulsa. Ella y su marido habían oído hablar de TTCU a través de otros profesores.

Ruth conoció TTCU a través de su empleo en la Universidad Oral Roberts. Ella observó la construcción del campus y ayudó a inscribir la primera clase de estudiantes en la universidad.

Rodney D. y su esposa enseñaron a sus hijos la gestión del dinero y el valor del ahorro a través de las cuentas de ahorro infantil de TTCU. Pero pronto descubrió que la relación también les beneficiaba a él y a su mujer.

Así que, cuando inesperadamente necesitaron reemplazar un vehículo, supieron qué hacer, una vez pasado el shock inicial del accidente. Llamaron a TTCU para pedir un préstamo.

Gracias a una organización local sin ánimo de lucro, Frank pudo obtener ayuda y dar un giro a su vida. En 1988, acabó trabajando en una escuela local como conserje, lo que le permitió tener un sueldo fijo. Necesitaba un lugar donde depositar esos cheques, así que el personal de la escuela le sugirió TTCU. Esto inició una larga relación.